Fiat ha modificado muchísimo la nueva generación del auto que es entrada de
gama en Europa: el Panda. Según la
marca, lo han puesto más guapo, pero sin renunciar a su esencia
proletaria como hizo al resucitar el 500.
Y si el exterior lo han dejado casi irreconocible, lo del habitáculo
merecería un artículo aparte. En Europa, con la generación anterior del modelo,
era común escuchar la frase "tienes menos detalles que el salpicadero de
un Panda", pero esa broma acaba de perder la gracia con esta nueva
generación.
Por decirlo rápidamente, el interior del nuevo Panda no transmite esa
sensación de bajo costo que si transmitía la vieja generación. Continúa
presentando plásticos duros (aunque de mayor calidad y presentación) y levantavidrios
manuales en las versiones básicas (es un Panda, al fin y al cabo), pero ahora
hay alegría, desenfado (aseguran desde FIAT).
El tablero merece especial
atención por el diseño de los comandos y la forma en la que oculta el gran
hueco portaobjetos del lado del acompañante usando únicamente el contraste de
colores. La calidad de los plásticos empleados es adecuada, y hasta la manija
de apertura de puertas, tan descuidados en los modelos pequeños, muestran una
solidez inesperada.
De lanzamiento, el nuevo Panda contará con tres motores, dos nafteros, y uno diesel. Los
primeros tendrán 0,9 litros de
cilindrada, y desarrollarán 65 y 85 CV. La opción diesel estará
representada por un 1.3 MULTIJET de 75
CV, pero más adelante se sumarán nuevas mecánicas. Tampoco faltará un modelo
4x4, y según se pudo saber desde el salón (comentarios de pasillos),
hasta habrá ocasión de ver al Abarth
Panda… Veremos si este último es realidad dentro de poco.
Este es el PANDA 2012
Nota: Lautaro Godoy.-
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