El Citroën DS5 tiene esta
semana su gran estreno en el Salón de Frankfurt, donde está demostrando que la
casa de los chevrones puede darle una “linda
y sana” batalla a las marcas alemanas y Premium cuando se lo propone.
Lo primero que tenés que saber del nuevo miembro de la familia
DS es que, aunque no lo aparente desde fuera, es un vehículo de
dimensiones compactas. Sus 4,52 metros
de largo y 1,85 de ancho lo
ponen muy cerca del Citroën C4 Picasso,
pero por su inferior altura (1,51 m) y, sobre todo, líneas elegantes
y fluidas, el DS5 recuerda vivamente al C-Sportlounge
de Frankfurt 2005, del que toma la totalidad de su diseño, incluyendo una
peculiar tira cromada que se extiende desde los faros al parante de las puertas
delanteras.
De todas formas, el cuidado de
Citroën en los habitáculos de su nueva submarca es tan importante
como la distinción exterior o las posibilidades de personalización.
Anteriormente hemos indicado que más que una división de auténtico lujo, DS es más bien un nuevo acabado "chic"
para colocar vehículos mejor equipados y con una estética más atractiva a un
precio superior. Con el DS5 esto cambia, y por fin podemos hablar de un
auténtico producto premium. Plásticos, tapicerías, ajustes, interruptores y
equipamiento tecnológico se corresponden con lo que cabría esperar en un AUTÉNTICO
alto de gama premium, con un añadido significativo; mientras que las marcas
germanas buscan siempre una corrección universal, Citroën se atreve a innovar,
experimentando con formas nuevas, texturas inusuales y colocando los controles
en lugares inesperados.
Para los de los “ojos filosos”, podemos comenzar
diciendo que todos los materiales al alcance de la mano son de primera
categoría, con plásticos blandos en la parte superior del tablero y superficies
más duras pero de excelente tacto.
Sorprende lo vistoso de algunos de los materiales empleados, como la
estupenda tapicería Bracelet y el peculiar plástico de aspecto metálico usado para
decorar las puertas, a imitación del aluminio (otras partes, como la consola
central, tienen aluminio auténtico).
Pero el auténtico lujo está no sólo en los materiales, sino en los
detalles. El DS5 destaca por la inusual posición de muchos de sus comandos,
desplazados a un grupo independiente situado en el techo como si se tratara de
un avión. Desde allí se controlan la pantalla de proyección de datos sobre la
cúpula de instrumentos y el desplazamiento de las cortinas de sus tres, sí,
tres secciones acristaladas en el techo, repartidas entre conductor,
acompañante y segunda fila. Detrás de estos botones se encuentran tres enormes
portalentes accesibles mediante un pulsador oculto en la parte superior.
Las plazas traseras son amplias,
muy cómodas y luminosas, lejos de las estrecheces típicas de la mayoría de los
compactos, aunque lógicamente este es un coche que se disfruta delante. Tras
ellas se oculta un baúl de 465 litros.
Y si el diseño es de primera, la técnica no lo es menos, con la
posibilidad de equipar el sistema HYBRID4,
que ofrece tracción a las cuatro ruedas combinando un motor diesel de 163 CV en el eje delantero con un eléctrico de 37 CV dedicado al trasero.
Este segundo propulsor también puede ayudar en las aceleraciones o desplazar al
auto sin sonido ni emisiones, permitiéndole recorrer entre 2 y 3 km y alcanzar
una velocidad máxima de 60 km/h.
Los modelos HYBRID4 se controlan usando una caja de cambios de seis marchas. Quienes prefieran mecánicas
más convencionales, podrán elegir entre
dos modelos diesel (e-HDi 110 Airdream
CMP6 y HDi 160 AUT6) y dos nafteros turboalimentados (THP 155 AUT6 y THP 200 6v).
Disfrutá de esta inmensa galería en alta resolución.
Citroën DS5
Nota: Lautaro Godoy.-
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