La cena de
fin de año del Sindipecas (Sindicato Nacional da Indústria de Componentes para
Veículos Automotores, es decir, de las empresas autopartistas) de Brasil, que
se realizó el martes en San Pablo, sirvió como muestra del pulso del sector en
el país vecino: los empresarios coincidieron en hacer un balance positivo del
2011 y se mostraron optimistas hacia el mediano plazo, aunque sin privarse de
elevar un mensaje hacia el gobierno (de Dilma Rouseff) para que "cumpla
las promesas" de incentivos al desarrollo de tecnología e innovación.
Los fabricantes
de piezas se preparan para un 2012 que comenzaría a la baja, especialmente en
el segmento de vehículos comerciales, pero que luego podría repuntar, a partir
del segundo trimestre. "Lo mejor vendrá en 2013, después de los
ajustes en las reglas para el contenido local de autopartes y el pago
correspondiente del IPI (Impuesto a Productos Industrializados)",
aseguró Paulo Butori, presidente de la entidad.
Según cita
el portal Automotive Business, el dirigente explicó que habrá nuevos acuerdos
con Argentina destinados a establecer criterios para el cálculo de contenido
regional de partes de autos en el comercio dentro del Mercosur. Actualmente, el
índice exigido en Brasil dentro del régimen de libre comercio es de 60%, pero
Sindipecas admite que hay "enormes dificultades" para controlar y
fiscalizar el cumplimiento de ese porcentaje.
Este último
punto es un reclamo que se replica sistemáticamente del lado argentino, donde
el promedio de componentes nacionales en los autos fabricados en las 10
terminales radicadas en el país, apenas ronda el 20 por ciento.
El sector acusa un fuerte déficit comercial
que crece al ritmo de la producción automotriz: cuanto más autos se fabrican,
mayor cantidad de piezas deben ser importadas y mayor el rojo de la balanza.
Este año cerrará en torno a los 8.000 millones de dólares, casi 30% por encima
de los u$s 6.300 millones de 2010.
De allí que,
según publicó ayer el diario BAE, las empresas del sector pedirán a la flamante
secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, que haga un seguimiento más
exhaustivo de los niveles de integración terminal por terminal, algo que
todavía no se hace. "Habrá que esperar a ver si (las terminales)
cumplen con el Gobierno, cuando dijeron que la integración pasaría del 20 al
28%, porque esto explica un crecimiento del 40% en las compras locales por auto",
señalaron fuentes privadas citadas por el diario.
De nuevo en
Brasil, Butori señaló que el gobierno podría dar a conocer nuevas reglas en
relación al régimen automotor, orientadas fundamentalmente a incentivar la
producción local. Según afirmó, "hay expectativas para un importante ingreso
de recursos financieros en el mercado brasileño en 2012, que pueden ser
traducidos en inversiones a pesar de las dificultades que enfrenta la economía
internacional".
"Si
bien los bancos europeos tienen problemas de liquidez, ocurre lo contrario con
empresas del segmento automotriz, que están capitalizadas e interesadas en las
oportunidades y atractivo del mercado brasileño", finalizó.
Nota: Lautaro Godoy.-
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