TEST Nº17: MERCEDES BENZ C240 V6
ELEGANCE AUTOMÁTICO – 1998.
Original Revista ROAD TEST Nº 96 – Octubre de 1998.
Dos cilindros que hacen la diferencia
Más allá de su diseño convencional, el Clase C de Mercedes Benz mantiene una indiscutible elegancia.
Con el nuevo motor V6, el C-240 ha ganado no sólo en
potencia y performance sino en suavidad y confort de marcha. Un paso adelante
para un clásico.
Posiblemente "empujados" por BMW que utiliza seis cilindros
en la Serie 3, su competidor directo, Mercedes decidió en su momento montar un
seis cilindros en V de 2.4 litros no tanto para ganar potencia y performance
sino para ganar en suavidad de funcionamiento y aceleración progresiva, dulce a
cualquier régimen. Por nuestras manos pasó la versión "Elegance" que
es la más conocida en nuestro mercado y que dispone de un buen equilibrio entre
equipamiento y precio. Pese a que no dispone de la suspensión que utiliza la
versión "Sport", se lo notó algo más firme que otros Clase C
testeados con anterioridad pero sin penalizar para nada el confort de marcha.
Cuenta con llantas de aleación de 15", la posición de manejo no
ofrece inconvenientes pero la columna de dirección no regula en altura por lo
que el volante, en esta versión, queda un poco bajo para los altos o de piernas
largas.
La regulación de la butaca es por medio de comandos eléctricos alojados
en la parte superior de las contrapuertas pero sin memoria.
El instrumental es el típico Mercedes Benz, de fácil lectura, ubicación
correcta y excelente iluminación nocturna con llave de arranque codificada que
se ubica sobre la plancha central a la derecha del conductor. La habitabilidad
es generosa adelante pero mejorable atrás debido al espacio reducido entre
respaldo delantero y asiento.
Serenidad. La configuración V6 del motor del C240 le otorga una mayor suavidad de marcha que redunda en el confort característico de Mercedes.
Entorno sobrio y distinguido con incrustaciones de madera. La
visibilidad no ofrece puntos oscuros y la climatización automática, sin
regulación diferenciada.
La potencia del motor es de 170 CV por medio de un V6 de 18 válvulas
(tres por cilindro) y de aspiración normal. Es más suave, menos vibrador que el
cuatro cilindros y dispone de una más briosa recuperación lo que hace que el
manejo en ciudad sea relajado. El nervio del motor aparece cuando se pisa el
acelerador a fondo tanto en "Drive" como en un cambio seleccionado
por el conductor. Los valores de aceleración son lógicos para un auto de estas
características y su velocidad final es de 215 km/h a 5.400 rpm. El consumo es
adecuado para un 2.4 litros y si en ciudad se mostró algo más voraz, en ruta
vuelve a la normalidad.
El tanque de 62 litros le da una buena autonomía aunque siempre son bienvenidos
unos litros más.
La transmisión es automática, utilizada por Mercedes Benz en todos sus
modelos, con cinco marchas y un diagrama bien pensado para utilización manual
de 2da, 3era y 4ta ubicadas en una misma línea con acople rápido. El control de
tracción es desconectable. El confort de marcha es de lo mejor y su actitud en
ruta, en cualquier tipo de curvas es absolutamente franco y seguro con respuesta
rápida de la dirección aunque el volante sea algo exagerado en su tamaño. Los
frenos son a disco en las cuatro ruedas y asistidos por ABS, pedal algo
esponjoso en su primer tramo de recorrido y luego más firme y dosificable.
Buscar detalles de terminación para la crítica no es tarea fácil en un
Mercedes Benz. Plásticos, encastres, calidad de tapizados, contrapuertas y en
los más mínimos recovecos se nota un estricto control. La boca de carga del
baúl es amplia y su capacidad es de 430 dm3 que no sorprenden pero cumple con
su función. El precio está dentro de lo que se puede esperar de un Mercedes
Benz y tiene relación con sus rivales históricos, el BMW Serie 3 y el Audi A4
entre otros. Por supuesto supera los valores de sus compañeros de segmento como
Alfa Romeo 156, Ford Mondeo, Renault Laguna, Honda Accord, Peugeot 406 y
Volkswagen Passat entre otros.
Sobriedad. Tapizados de cuero negro e interior al tono. Sin estridencias ni detalles de dudoso gusto.
Una versión de Clase C cuyo valor principal
esta en el motor V6 de 170 CV y su excelente funcionamiento que le otorga un
mayor confort y un manejo relajado en ciudad con buenas prestaciones y
comportamiento rutero.
Los faros del Clase C han sentido los pasos del tiempo.
Tradición: Instrumental típico de Mercedes Benz. Falta ordenador de a bordo.
Velocidad Máxima: 215.700 en DRIVE a
5.400km/h.
0-60 Km/h
5.10 s
0-80 Km/h
7.62 s
0-100 Km/h
10.90 s
0-120 Km/h
14.90 s
0-140 Km/h
19.74 s
0-160 Km/h
27.56 s
0 a 400 metros
17.75 s
0 a 1000 metros
31.93 s
60 a 90 Km/h en Drive
4.36 s
40 a 100 Km/h en Drive
7.12 s
90 a 120 Km/h en Drive
5.94 s
FRENAJE
60 Km/h a 0
15.1 m
80 Km/h a 0
26.7 m
100 Km/h a 0
43.1 m
120 Km/h a 0
60.1 m
140 Km/h a 0
82.3 m
CONSUMO
(lts/100 Km)
90 Km/h en Drive
7.52
120 Km/h en Drive
9.33
Ciclo urbano
14.94
Mixto ruta / autopista
11.81
DATRON. Sistema electrónico de medición montado sobre el C240.
Prolijidad germana. Bajo el piso del baúl se alojan convenientemente presentados, la rueda de auxilio y la batería junto a accesorios varios.
Limitadas. Las plazas posteriores no disponen del espacio suficiente para las piernas. El túnel y el apoyabrazos incomodan al pasajero central.
Módulo. Comando de climatización sobre equipo de audio con insólitos portacassettes.
Contrapuertas. Alojan los airbags laterales y los comandos eléctricos de regulación de asientos, que incluyen el reglaje del apoyacabezas.
Selector. Siguiendo los lineamientos de las cajas de Mercedes, con primera y quinta desplazadas.
Tendencia. Los comandos de las luces a la izquierda de la columna de dirección, sobre la plancha.
Conclusiones.
A favor:
ü Motorización mejorada.
ü Nivel de seguridad.
ü Frenos eficientes.
ü Equilibrio de suspensiones.
ü Terminación.
En contra:
ü Diseño desactualizado.
ü Consumo algo elevado.
ü Habitabilidad posterior.
ü Algunos faltantes de equipamiento.
Testeó: Carlos Figueras.
Fotos: Miguel Tillous.
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