El encuentro entre representantes de la cadena
de valor automotriz y funcionarios del Gobierno de ayer, en la primera de las
dos jornadas del Congreso de Acara, habría facilitado una vía para resolver el
nuevo conflicto aduanero con epicentro en la Terminal Zárate, donde ya hay más
de 35.000 vehículos en espera de aprobación para ser nacionalizados.
Tanto el ministro de Economía, Hernán
Lorenzino, como la titular de Industria, Débora Giorgi, prometieron gestiones
para que se liberen progresivamente las unidades en lista de espera para
ingresar, algo que genera sobrecostos cuantiosos para las automotrices locales,
más el riesgo de deterioro por estar, la gran mayoría de ellos, estacionados a
la intemperie y otros tantos en las bodegas de los buques de carga.
Giorgi, quien fue la encargada del discurso
inaugural del encuentro en el Hotel Sheraton, aseguró a los empresarios que
mantuvo una conversación telefónica con quien tiene "la llave" para
destrabar las entregas: el secretario de Comercio, Guillermo Moreno. De acuerdo
a lo que publica el diario El Cronista, Moreno, le habría dado una respuesta en
ese sentido: que gradualmente se liberarían a medida que se vayan aprobando las
Declaraciones Juradas Anticipadas (DJAI) que en su momento debieron presentar
los importadores.
"Sabemos que en el puerto de Zárate hay
una situación difícil, por lo que esperamos una pronta solución", señaló
ayer Viktor Klima, presidente de Volkswagen Argentina y de la Asociación de
Fábricas de Automotores (Adefa), según cita el diario.
Y es
que las trabas a la operatoria afectan indirectamente a las exportaciones de
las terminales, puesto que utilizan las mismas bodegas de los barcos que están
esperando frente al puerto de Zárate.
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