viernes, 3 de mayo de 2013

.CLASSIC TEST DE LA SEMANA.


Test Nº49: PEUGEOT 307 CC 2.0l 130CV – 2005
Original Revista CAMPEONES Nº 72 – Enero 2005

Una fiera con doble piel…y mansita

Este auto francés, interesante vuelta de tuerca a la gama 307, ostenta una carrocería cuya silueta lo diferencia nítidamente, dándole un perfil deportivo que se alterna con el espíritu fresco y libre de un auto abierto. Promete emociones que empero no llegan  a mayores debido a un motor de rendimiento razonable que ameritaría mayor potencia.
Siguiendo el camino sólidamente pavimentado por el 206 Coupé Cabriolet aparecido en Europa a fines de 2000, Peugeot decidió reiterar la fórmula  con el 307CC, que no sólo ganó una versión descapotable con techo sólido sino una arquitectura distinta de la original.
Fue el primero con tres volúmenes de la familia, y la segunda variante de carrocería tras la SW o Breack. Aparecido en el Salón de Francfort de 2003 y comercializado poco después, en Septiembre de ese año, el 307 CC es un atractivo auto de dos puertas, con cuatro plazas, que arriba procedente de la fábrica de Sochaux.
Sin duda, uno de los principales “ganchos” del auto es la estética. Mirado y admirado por la calle como el que más, va un paso más allá del bicuerpo. Respecto de él, ganó 14 cm  en longitud, volcados al sector trasero para permitir que el techo de chapa confluyera en el baúl (de buena capacidad incluso cuando el CC está transformado en cabrio), y se mantuvo inalterada la distancia de entre ejes.
El frente se asemeja al modelo base, mientras que del reforzado Pilar "A" (columna del parabrisas) hacia atrás, el auto es otro. La caída del techo, el curvado Pilar "C" y el baúl saliente en suave declive de la luneta al extremo, dan personalidad individual al auto, al punto que unos cuantos observadores debieron apreciarlo en detalle para descubrir marca y modelo. Estos rasgos individuales, empero, dan al coche una visibilidad trasera reducida.
La mutación entre coupé y cabriolet lleva 25 segundos, gracias a un sistema electrohidráulico que opera al pulsar un botón en la consola entre los asientos, y puede realizarse con el auto circulando hasta 10Km/h. Delante de aquel, hay otro pulsador que permite operar las cuatro ventanillas al mismo tiempo, en ascenso y descenso. 
El parabrisas, con el auto bien abierto, queda bien alto (además está más inclinado que el de la berlina), y con las ventanillas elevadas se hace mínimo el paso de aire por el habitáculo. Con los cristales retraídos, además de la circulación del viento, el entorno se hace bastante rumoroso. La configuración abierta no ahorra protección para los pasajeros: los esfuerzos estructurales le permiten tener mayor rigidez torsional que la berlina 306 precedente.
Respecto de la mecánica, hallamos bajo el capot el conocido motor de 2.0 litros y 16 válvulas que entrega 138 CV, con bien ganados dotes de funcionamiento suave y progresivo. Debiendo arrastrar una carrocería más pesada (los refuerzos y mecanismos especiales se traducen en un aumento de 80kgs. para la estructura), no se hace manifiesta una esperable garra deportiva, pero quienes pretenden un andar confortable y no les interesen las aceleraciones que cortan el aliento, se verán más que satisfechos.
La caja de cambios mostró un irreprochable comportamiento, y la puesta de la potencia al piso se ve optimizada por la presencia del Control de Estabilidad ESP. Los frenos de discos en las cuatro ruedas, con ABS, funcionan de manera eficiente.
En líneas generales el coche tiene un andar de primer nivel, y al no ser un deportivo extremo, (sus suspensiones son razonablemente mórbidas y el perfil del neumático no es ultrarrebajado, por caso), puede ser empleado en el uso diario sin mayores preocupaciones.
Es muy estable, responde dócilmente a las solicitaciones del volante, y las dotes ya explícitas del motor -más allá de su acotada potencia- permiten un manejo distendido, aunque si se "pone" pesado el pie derecho, el consumo razonablemente bueno de un andar normal, se desbalanceará negativamente.
El confort del interior es uno de sus puntos fuertes. Con la misma distancia entre ejes que la berlina, lleva a cuatro pasajeros, aunque quienes viajen atrás sufrirán alguna estrechez  Reina el cuero en tapizados y revstimientos, mientras que el acabado es de primera calidad. 
Los asientos delanteros son 4 centímetros más bajos que en la berlina, pero sólo por su construcción. El tablero mantiene los grandes indicadores, en este caso con fondo blanco e iluminación rojiza, y la información se completa con display multifunción (datos del estéreo y "check panel" de los cuantiosos dispositivos del auto). Para destacar el eficiente climatizador automático y el estéreo con CD con cargador de cinco compactos alojado en la consola central.
El contenido técnico del modelo es nutrido y corresponde a las versiones top del bicuerpo, contemplándose limpiaparabrisas con sensor de lluvia, encendido automático de luces, cierre central de puertas a velocidad, el ESP que emgloba al ABS de los frenos y el ASR (control de tracción), el encendido de la baliza en frenadas de emergencia, sensores de estacionamiento y controles de velocidad crucero, entre lo más destacados.
Con un valor de $98.000, es una alternativa más accesible que vehículos de características semejantes pero de estratos más elevados del mercado,  para quienes buscan un automóvil diferente pero no ostentoso, confortable, bien equipado y de aceptables prestaciones.
Quienes en cambio pretendan un comportamiento más feroz y primitivo, a no desesperar: en breve llegará la versión con el motor del 206 RC –en realidad, en el 307CC se tuvo su primera aparición- con 180 CV: la base del empleado para el 307 WRC que compite en el Mundial de Rallie. Nada menos...

PRESTACIONES:
  • Velocidad Máxima: 204,8Km/h.
  • Aceleración de 0 a 100Km/h: 11,3s.
  • Aceleración 0 a 400mts: 17,1s.
  • Aceleración 0 a 1000mts: 30,9s.
  • Frenada de 100Km/h a 0: 39,5mts.
 El baúl se eleva, y el techo se pliega, o surge, en apenas 25 segundos.

 Elegante estampa del auto con el techo desplegado.

 Atrás, un grupo de LED componen las ópticas. Completa una tercera luz de stop. En el interior del 0 está el botón para abrir el baúl.

 Espacio razonable en el compartimiento de cargas con el techo plegado. 

El motor 2.0 de 138CVes apropiado aunque le falta potencia para ser un deportivo de ley.

 En el habitáculo, cuero y detalles cromados en elegante combinación. Buena calidad aparente en materiales y terminación. Los pedales combinan goma y aluminio.

Atrás (7) el espacio no abunda aunque se mantiene el entorno confortable. Tablero elegante (8), de fondo blanco con caracteres que resaltan. Tacómetro a la izquierda y velocímetro a la derecha, con displays digitales.

CONCLUSIONES...
             A favor:
  • Diseño.
  • Equipamiento y mejoras en seguridad.
  • Práctico techo plegable.
  • Confort de marcha.
            En contra:
  • Espacio en las plazas traseras.
  • Consumo elevado si se lo exige.
  • Visibilidad posterior.

TEST: Pablo Cabral.
FOTOS: Dante Cagliardi.

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